Búsqueda personalizada

jueves, 22 de enero de 2009

EL CONTROL DE LA DIABETES

La primera referencia clínica de lo que hoy conocemos como Diabetes Mellitus se encuentra en el Papiro de Ebers, fechado en el año 1500 a.c. y escrito en Egipto.

En ese papiro además de caracterizarse el cuadro clínico de la enfermedad, ya se hacía referencia a algunas medidas generales para su manejo y control. Los escritos médicos griegos, romanos y árabes también hacen mención del cuadro clínico y manejo de la diabetes.

El nombre “diabetes” se debe al filósofo griego Arateus quien fue reconocido por una profunda sabiduría y amor hacia la medicina.

En su descripción clínica Arateus se refiere a la enfermedad como: ”una maravillosa aflicción, no muy común en hombres, en la cual la carne y los miembros se disuelven en la orina. Su causa es de naturaleza fría y húmeda, como la hidropesía, ya que el paciente nunca deja de formar agua; la corriente es tan persistente como un acueducto abierto. La naturaleza de la enfermedad es crónica, pero la vida del paciente corta, ya que la enfermedad ocasiona la muerte. Más aún, la vida es desagradable y dolorosa, con insaciable sed e ingestión, excesiva de agua, la cual, es desproporcionada a la gran cantidad de orina que se produce. De abstenerse de tomar agua tanto la boca, como el cuerpo se secan y las vísceras se asemejan a las de una persona con severas quemaduras. El paciente presenta náusea, inquietud, sed y en poco tiempo sobreviene la muerte…”

A pesar de las caracterización del cuadro clínico, es hasta el siglo XIX que Bouchardat propone un manejo basado en la alimentación y en el ejercicio como tratamiento para la diabetes. Sin embargo, los resultados de este manejo eran muy poco consistentes y dependían en gran medida de las características clínicas de los paciente.

El Primer Avance
El primer avance significativo en el manejo de la diabetes mellitus tuvo lugar a principios de siglo cuando Banting y MacLeod, en la Universidad de Toronto, lograron identificar a la carencia de insulina como la causa de la diabetes. Fue en 1992 cuando un paciente recibe tratamiento mediante la primera insulina aislada del páncreas.

Como se sabe, es una alteración metabólica que se caracteriza por deficiencia en la producción de insulina o bien por alteración en la acción de la misma.

Aunque diferentes en su origen, tanto en la diabetes dellitus que requiere insulina exógena (tipo I), como en la que no la necesita (tipo II), la falta de un control metabólico adecuado ocasiona trastornos a corto y largo plazo.

En el paciente con diabetes tipo I las complicaciones agudas más comunes son: hipoglucemia, cetoacidosis diabética y disminución en agudeza visual; mientras que en tipo II la más común o frecuente es el coma hiperosmolar.

Las complicaciones crónicas más frecuentes, en ambos casos, son: retinopatía, nefropatía, neuropatía, y complicaciones cardiovasculares. Estas pueden ser de carácter irreversible.

Un método eficaz para reducir el riesgo de las complicaciones es la autosupervisión de los indicadores del control metabólico.

Esto significa que el paciente tome conciencia de su padecimiento y mediante la realización o cumplimiento de distintos procedimientos logre un control glucémico estricto.

El éxito de un programa de autosupervisión se centra en tres puntos:
1. Convicción de la necesidad de realizar un cambio en el estilo de vida.
2. Conocimiento tanto de la enfermedad como de las complicaciones.
3. Establecimiento de una rutina de vigilancia del control metabólico.

Un programa de autosupervisión es un intento por normalizar el metabolismo mediante el ajuste de factores importantes para aproximarse en la medida de lo posible a la fisiología normal. Se trata de un programa individualizado que exige compromiso y dedicación por parte del paciente y del equipo de salud.
Puntos básicos para la autosupervisión

El paciente debe conocer el grado de avance de su enfermedad.

A medida que se familiarice con el padecimiento podrá reconocer las diversas manifestaciones de los síntomas relacionados con hiperglucemia (náusea, visión borrosa, demasiada sed, cansancio, piel seca, hambre y orinar con frecuencia y abundancia) o hipoglucemia (hambre, mareos, debilidad, cansancio, irritabilidad, temblor, dolor de cabeza, sudor frío y abundante, pulso acelerado, y ansiedad); así como las complicaciones propias de la enfermedad.

Alimentación
Sin importar el tipo de diabetes que se padezca, la selección y consumo de alimentos, es determinante en el control glucémico. La elección y consumo adecuado de alimentos no sólo mantendrá las concentraciones de glucosa óptimos, también retrasará o ayudará a prevenir las complicaciones.

Lo ideal es que un nutriólogo elabore un plan de alimentos individual.
Esto quiere decir que la dieta se diseñe de acuerdo a las características, necesidades y gusto del diabético. Para facilitar la adherencia al plan de alimentación, el nutriólogo debe de tener en cuenta consideraciones culturales, étnicas y financieras.

Los alimentos para diabéticos fueron producidos bajo la concepción de que el diabético tenía prohibiciones alimentarias de por vida. Esto en la actualidad además de ser incorrecto, suele provocar confusiones, como tantos otros mensaje impregnados por la tendencia comercial.

La persona diagnosticada de diabetes debe tener cuidado no sólo en la cantidad de hidratos de carbono simples y complejos, sino también en la cantidad de proteínas y lípidos, ya que la diabetes no es una enfermedad del "azúcar en la sangre" solamente, este es sólo un síntoma, sino que es una enfermedad del metabolismo de todos los nutrientes, siendo la responsabilidad primordial la falta de insulina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Blogalaxia Blogazos.com. Directorio de Blogs en Espaol Directorio de Enlaces Latino blogs Directorio web Top Blogs México
 
By-yu Directorio de enlaces web